4.05.2006

Res non verba

El viento le barre la cara. Los fragmentos que el aire arroja contra él le hieren y amoratan su rostro contraido. Avanza, ya está cercano el objetivo, no ha dudado ni un sólo momento de su posición, le han encomendado una misión y la cumple, le clava los dientes en el costado con fuerza, un poco más, ahora ya siente la sangre fresca corriendole por la boca. Su presa sigue viva y con cada latido de su corazón se renueva el rojo líquido entre sus mandíbulas. Con el trofeo bien asido, llega hasta los pies del que manda y allí le hace la ofrenda a su amo.

2 comentarios:

rafico dijo...

Te leo, y entre cruzadas palabras encuentro tu coherencia.

Acerca de tu comentario, pienso que cuando nos catalogamos mutilamos nuestra humanidad, somos o estamos?, yo creo que estamos, a veces somos sensibles, para ser artistas, o pragmáticos para ser administradores o estar cansados para ser dormilones.

Que gusto leerte.

Un abrazo

Lucas Fidelio dijo...

Intento ser vegeteriano, pero vuelvo a la carne tal cual como vuelvo a enamorarme.