Hace mucho tiempo, en un país muy lejano, vivía un hombre extraordinario, pleno de virtudes y bello como el firmamento, su conversación te absorbía en una espiral de la que ya nunca podías salir y dormir era un infierno porque te impedía gozar de su presencia, entonces, para mi desgracia, volví a verlo y el amor a tomar por culo.
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